powered by Coinlib

PDVSA: El deterioro de su capacidad de generar riqueza. ¿Cómo va Rafael Ramírez a hacer para producir 2.700.000 B/D en tan solo 5 años?

martes, 12 de agosto de 2014





El desmejoramiento sostenido de la composición de nuestra cesta ha sido más crítico a partir de mayo de 2014 y está íntimamente relacionado a una naturaleza más contaminante y más acida de nuestra canasta de crudo.


Einstein Millán Arcia / Soberania.org


A partir de inicios del mes de mayo de 2014, la cesta de crudo venezolana ha venido experimentando un franco y sostenido deterioro en su valor implícito frente al marcador WTI, que la ha llevado a acumular una pérdida (spread) de más de 7,22 dólares por cada barril vendido, para la tercera semana del mes de julio.


Tomando como referencia el precio promedio de realización de nuestro crudo marcador según cifras del MENPET y bajo la premisa de un volumen promedio de exportación de 2.100.000 B/D, la pérdida acumulada desde el primero de mayo hasta el cierre de la semana del 25 de Julio totalizaría unos $US 900.000.000.


La situación se torna particularmente crítica para Venezuela a partir de inicios de 2010, fecha para la cual toma cuerpo el lanzamiento del Mercado de Crudos Ácidos (West Texas Sour) en la costa del Golfo de los Estados Unidos (USGC), basado en la entrega de mezclas de crudo doméstico Mars, junto a dos crudos importados (Bashra y Ural). Este nuevo marcador (benchmark) WTS estaría “amarrado” por descuentos contra el WTI, impactando de manera directa tanto nuestro crudo Merey como el Oriente de Ecuador.


El desmejoramiento sostenido de la composición de nuestra cesta ha sido más crítico a partir de mayo de 2014 y está íntimamente relacionado a una naturaleza más contaminante y más acida de nuestra canasta de crudo.


Para nadie es secreto que PDVSA ha dejado perder una producción vital de crudo liviano mediano (L/M), que en el mejor caso y según cifras oficiales sería de 360.000 B/D, tanto en Occidente, como en Oriente. PDVSA hace esfuerzos desesperados por reemplazar ese volumen perdido, con crudo “mejorado” de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO). Sin embargo, las señales del mercado indican más allá de las dudas, que esos esfuerzos no estarían logrando los resultados anunciados, ya que pareciera que en lugar de agregar valor y beneficio, más bien ha ocasionado una pérdida de valor y competividad, al ser un crudo de mucha menor calidad.


La clave para entender el porqué de estos desaciertos, está en los siguientes elementos. A partir de 2005:


PDVSA ha sido incapaz de anotarse éxitos evidentes en la incorporación de reservas frescas de L/M.

PDVSA ha sido incapaz de contrarrestar la declinación natural de la producción de L/M, aun con más de 22 mil millones de barriles de reservas de condensado, liviano y mediano (C/L/M) en libros oficiales.

PDVSA ha sido incapaz de implementar nuevos proyectos de recobro mejorado (EOR/IOR) y producción asistida en sus activos de crudo L/M que redunden en una mayor producción y productividad.

PDVSA ha sido incapaz de reactivar exitosamente los pozos inactivos/suspendidos en sus activos tradicionales, al poseer una relación de pozos inactivos a pozos totales mayor al 60%.

Pero la desgracia de PDVSA no se detiene allí. La descomposición gerencial y directiva esta literalmente asfixiando a nuestra principal empresa, al punto tal que no existe una sola parte del negocio que haya crecido en productividad, en beneficios, ni mucho menos en valor.


Los activos tradicionales tanto en Oriente y Occidente han dejado de producir entre 2009 y 2013 cerca de 360.000 B/D de petróleo.

PDVSA GAS ANACO está destruida y desmembrada, habiendo perdido más de 900 millones de pie cúbicos por día de gas en su producción desde 2008.

En el caso de la FPO, para mayo 2013[1], Ramírez declara que la producción para entonces era de 1.209.000 B/D. Según el informe anual de gestión de PDVSA, se indica que la producción de la FPO al cierre de 2013 era de 1.274.000 B/D. Sin embargo, para mayo 2014[2], Ramírez reconoce que la producción de la FPO se ubicaba en 1.245.000 B/D. Desde 2008, a pesar del inmenso despliegue de contratos mil millonarios de infraestructura, y de interminables declaraciones, la meta de 4.000.000 B/D para 2019 de la FPO, le va a quedar grande a Ramírez y su equipo. Si desde 2008 hasta Julio de 2014, en casi 7 años, solo han sido capaces de remontar unos escasos 200.000 B/D, ¿cómo va Ramírez a hacer para producir 2.700.000 B/D en tan solo 5 años?

La producción temprana de gas de los proyectos costa afuera está plagada de prebendas financieras desventajosas para el país, así como de improductivos contratos mil millonarios, pero nada de producción. Ya acercándose el vencimiento de la quinta promesa de Ramírez sobre la producción de 300 millones de pie cúbicos por día de gas para antes de diciembre de 2014, comenzamos a poner en dudas la confiabilidad de dicha meta.

PDVSA luce como una empresa deteriorada desde sus cimientos, sin norte ni rumbo claro. Una empresa a la deriva, que solo produce por inercia y genera ingresos simplemente porque es petróleo su producto. Aun así, PDVSA lleva al país a perder oportunidades únicas en medio de un mercado coyunturalmente galopante, haciendo negocios donde prevalece la miopía financiera y la escasa habilidad técnica y comercial, frente a “socios” que solo buscan, como es el deber ser, el interés de sus propios países.


Publicado el 5 de Agosto en www.soberania.org
 
Copyright © 2016. La Ciencia del Bolsillo.
Design by Herdiansyah Hamzah. & Distributed by Free Blogger Templates
Creative Commons License