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Ricardo Villasmil: Este será el año del racionamiento.

martes, 8 de marzo de 2016


Durante el foro Perspectivas Económicas del IESA 2016, el especialista afirmó que el lema del gobierno para este año será el racionamiento, no solo de los alimentos como ha venido haciendo desde hace años sino también de los servicios públicos -agua y electricidad- ante la fuerte sequía y la crisis eléctrica que enfrenta el país. Tampoco descartó que la gasolina entre en esa lista.

Villasmil precisó que si la cesta venezolana cierra este año en $30 por barril Venezuela recogería cerca de 23 mil millones de dólares y si hace las mismas importaciones del año 2015, el gobierno tendría un déficit en divisas de 27 mil millones de dólares, 28 mil millones de dólares en renta sin intereses y 33 mil millones de dólares en amortización.

“El recorte en las importaciones de este año tendría que ser de 36% para cerrar la brecha de la deuda externa y sería catastrófico por los niveles actuales de escasez (75%), el bajo nivel de los inventarios. Estaríamos hablando de paralización” de diversos sectores económicos, detalló.

Recordó que el nivel de importaciones en 2015 fue de 1.234 dólares por habitante, con un recorte de 36% se ubicaría en alrededor de 527.

Con respecto a la crisis en bolívares, apuntó que la monetización se está agotando: la inflación crece más rápido que la liquidez, una característica de procesos hiperinflacionarios. “La tasa de devaluación para equilibrar las cuentas fiscales es casi infinita dada la escasez de dólares”, agregó.

Destacó además que al bolívar se le restó respaldo monetario producto de la pérdida de institucionalidad del Banco Central de Venezuela e indicó que desde 2007 el poder adquisitivo del salario mínimo ha caído 38%.

Por su parte, el politólogo Michael Penfold afirmó que la única forma para que el país salga en el medio y largo plazo de la crisis externa es a través de financiamiento internacional. “Venezuela no puede retomar el crecimiento económico salvo implementando un programa de estabilización creíble. Pero la gran incertidumbre es si los actores políticos pueden ponerse de acuerdo para solucionar la crisis”, subrayó.

Sostuvo que la crisis venezolana debe verse en el contexto en el que está América del Sur desde hace algunos meses y el descenso de la izquierda latinoamericana en la región, pues explicó que los ciclos políticos no solo dependen de la caída de los precios de los commodities, sino que también influyen los límites constitucionales a la reelección por ejemplo.

“Hay un tema fundamental y es que Venezuela enfrenta una crisis de balanza de pagos que divide al gobierno porque en el fondo hay distintos grupos con distintas visiones para resolver la crisis”, dijo.

Puntualizó que la correlación entre el precio del petróleo y la popularidad de Hugo Chávez durante los 14 años en los que gobernó era muy baja (0,16%), mientras que la del presidente Nicolás Maduro en tan solo tres años es más alta (0,87%), lo que en su opinión demuestra que este último es un político que no es capaz de enfrentar las restricciones externas que le generan la caída del precio del petróleo.

Explicó que los esquemas de cambio político plantean una dualidad entre negociación y conflicto. “Es difícil decir hacia dónde se dirige Venezuela, pues la política económica está fragmentada, manejada por varios grupos y es muy costosa de sostener, además el gobierno viene en caída libre”, dijo.

El peso del precio del petróleo

El director y profesor del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA, Francisco Monaldi, recordó que la caída de los precios del petróleo -hidrocarburo que genera 96% de los ingresos en divisas de Venezuela- está fundamentada en la desaceleración de China y la producción de shale norteamericano.

Sostuvo que en medio del desplome de 70% de los precios del petróleo, Estados Unidos se ha convertido en el swing-producer del mercado, aunque sin la misma capacidad de Arabia Saudita que ha dejado muy clara su postura ante la situación: tienen que salir del mercado los productores de alto costo.

Detalló que los costos en Venezuela están entre 22 y 25 dólares por barril al cambio de 10 Bs/$ y a Simadi entre 13 y 15 dólares.

Durante su ponencia afirmó que el precio del petróleo no puede mantenerse en los niveles recientes sin una caída en la producción de los países del Golfo y señaló que se espera que la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, a la que pertenece Venezuela, decline este año entre 50.000 y 100.000 barriles diarios de crudo.

Destacó que ante la caída de los precios la estrategia pragmática que, según él, debe aplicar Venezuela es abrirse a inversiones extranjeras pero “eso no puede significar el remate de las reservas”.

¿Venezuela tocará fondo?

El economista Ricardo Penfold dijo durante su presentación, que a pesar de que “las compañías tocan fondo, los países no. Estos se siguen deteriorando”.

“A 100 dólares por barril teníamos un endeudamiento de 20% del PIB, Venezuela ya estaba colapsada porque el modelo no funciona, en 30 dólares por barril la situación solo se ha agudizado”, sostuvo.

Para Penfold, cualquier programa económico que realice el gobierno tiene que estar centrado en que el país se reinserte en los mercados de capitales.

También resaltó que se deben tomar medidas coyunturales y estructurales que corrijan las distorsiones que padece actualmente la economía nacional.

“Eso pasa por una reforma fiscal sostenible, si resolvemos el problema fiscal nos olvidamos de la inflación. Y además se debe limpiar a Pdvsa, si eso se hace las expectativas económicas cambiarán”, aseguró.

Precisó que el riesgo país a partir de 2006 se ha exacerbado. “Hoy hay una percepción de 90% de caer en default”, indicó al tiempo que insistió en que Venezuela necesita un fuerte ajuste.

Publicado en El Estimulo: http://elestimulo.com/elinteres/ricardo-villasmil-este-sera-el-ano-del-racionamiento/
 
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