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La hiperinflación en #Venezuela sigue la senda de la peor dictadura africana.

viernes, 15 de abril de 2016


(Redacción A todo Momento) El FMI calcula una inflación de entre 1.700 y 2.200% para 2017 y una contracción del PIB de un 8% para 2016.

Con las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre Venezuela, comparar al país latinoamericano con Zimbabue no parece tan descabellado. Hace unos días, un analista del semanario británico “The Economist” le planteaba un juego al lector: buscar las diferencias entre la Venezuela de Maduro y la Zimbabue de Mugabe. Regímenes dirigidos bajo la utopía socialista (“The Economist” considera al primero régimen híbrido y al segundo, dictadura) que tienen un denominador común: la hiperinflación. Según el FMI, la inflación del país latinoamericano será de 481,5% en 2016, frente al 121,7% de 2015. Pero la debacle aumentará en 2017 si sigue esta senda y subirá hasta un 1.642,8%, de promedio, y de 2.200 de proyección anual.

La previsión, al menos para 2016, parece ser menor de la que muchos apuntaban. “Se quedaron cortos, se decía 700%”, subraya a ABC el economista venezolano Alexánder Guerrero. El fantasma de la hiperinflación no aparece de repente con estos datos. En septiembre, la agencia de calificación Moody’s fue de los primeros organismos en advertir su comienzo. La calificadora afirmaba para entonces que desde que el gobierno tomó la decisión de suprimir las estadísticas es muy difícil hacer un cálculo de la inflación.

Inflación alta y sin control, precios que suben semanalmente, déficit fiscal financiado con la impresión constante de dinero, desconfianza en la moneda y nulo poder adquisitivo. Estos eran los síntomas que apuntaba Runrun.esde la incipiente hiperinflación en el pasado mes de agosto. «Estamos a niveles del África subsahariana. Sigue un empobrecimiento típico africano que viene demostrado por el apagón energético al que nos acercamos. No es el fenómeno climático “El Niño”, las plantas termoeléctricas no necesitan agua -que falta-, necesitan dólares y estos se acabaron para los próximos años», añade Guerrero que va más lejos: «se está somalizando por la violencia que no cesa».

“No pueden pagar ni a la impresora de billetes”

Sea o no Mogadiscio, Caracas tampoco puede imprimir mucho más billetes para financiar su déficit. El Banco Central de Venezuela, que pasó por decreto a manos del Ejecutivo, debía hasta el mes pasado más de 250 millones de dólares en concepto de impresión de billetes y papel pasaporte a la casa inglesa De La Rue, fabricante británico encargado de la impresión de 150 monedas nacionales en el todo el mundo. “No hay que dejarse llevar por un número tan alto (inflación). Es por la impresión de dinero. Cuando se puedan pagar y traer billetes de 500 y 1.000 bolívares se añadirá un cero a la inflación, si tienes 300%, pues subirá a 300%”, explica Guerrero. Para él, ya este año es probable que se llegue al 1.000%.

La publicación del informe del FMI coincide con una notable subida del precio del crudo -este martes cerró a 44,69 dólares el barril-, sensible al acuerdo entre las potencias petroleras Arabia Saudí para congelar su producción. “El petróleo no es solución. La crisis fiscal es tan grande que se necesita un barril a 250 dólares”, agrega el economista.

El derrumbe venezolano y el parón brasileño arrastran al subcontinente, que vive en un continuo cambio de ciclo político tras la victoria en primera vuelta de los comicios peruanos de la derechista Keiko Fujimori. Leonardo Vera, también economista venezolano, explica a ABC la lógica del modelo chavista: “Al haber caído el precio del crudo y los ingresos en divisas, recorta las asignaciones de dólares hacia el sector privado, la producción local entonces se paraliza por falta de insumos, materias primas y la economía entra en recesión”. Así, el PIB se contraerá hasta un 8% en 2016, frente a un 5,7% el pasado año.

“Hemos pasado de tener un ingreso per capita de 12.000 dólares en 2008 a 4.000 ahora. Solo queda un paso. Y es el colapso social y la protesta interminable”, asegura Guerrero, que le pide más a la Asamblea de mayoría opositora. “No se sabe todavía qué van a hacer. Solo proponen parches”.

Como escribía “The Economist“, después de 2008 el país liderado por el nonagenario Mugabe sufrió una hiperinflación que provocó que los mendigos siguieran en las calles pese a conseguir billetes de mil millones de dólares. En Venezuela, el tipo de cambio complementario (Dicom) aprobado por el Gobierno de Maduro hace un mes era entonces de 200 bolívares por cada dólar; ahora supera los 300 y va camino de llegar a 400 en unos días. Eso sí, en el mercado paralelo el billete verde se consigue con 800 bolívares (unos 70 euros).

Publicado en A Todo Momento: http://atodomomento.com/la-hiperinflacion-en-venezuela-sigue-la-senda-de-la-peor-dictadura-africana/
 
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