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Enredados en las redes sociales.

miércoles, 6 de diciembre de 2017



Es definitivo, no importa a lo que se dedique, en que área trabaje o que negocio gestiona, si esta fuera del internet, su presencia y vigencia simplemente quedara supeditada a su cuadra de posibilidades físicas, ni más ni menos, y el ciclo digital no da tregua, cambiar nuestra mentalidad de inicios y cierres cada cierto tiempo lamentablemente no nos ayuda a seguir el ritmo de esta maratón entre bits, que ahora se acelera hacia una nueva era del “internet del valor”, una gran mayoría corremos como locos en la búsqueda de las mejores posiciones, unos pocos definitivamente han preferido ir muriendo de mengua y otra parte no menos importante aún ve lejano su acceso a esta autopista, lo cierto es que quienes apuestan hoy por la gloria del mañana, muchas veces terminan enredados en las redes sociales.

Las crecientes cifras del comercio electrónico, el manifiesto poder de una buena marca o de una buena reputación, las herramientas cada vez mejores y con mayor facilidad para desarrollar desde tu propia web hasta proyectos de más envergadura, hoy son una realidad palpable, no se requieren ni grandes conocimientos técnicos ni grandes capitales para iniciar la tarea, y sin colocar las cosas en un plano de extremo simplismo, objetivamente hablando es muchísimo más fácil que ayer, se requieren obviamente aptitudes y actitudes idóneas para el éxito y la buen marcha, pero a diferencia de un pasado en absoluto lejano, hoy cada uno de nosotros puede generar su propia marca, gestionar su empresa digital o posicionar su negocio tradicional en internet y fructificar al máximo las ventajas que las redes sociales nos ofrecen.

Aprovechar las posibilidades de hoy, requiere de tener bien conceptualizado el mundo digital, despacharlo con axiomas o clichés prefabricados puede representar un serio retroceso o en el peor de los casos, un golpe difícil de digerir en mucho tiempo, las redes sociales hay que tratarlas como corresponde, entendiendo, no solo los temas de técnica, audiencias, ranking de las mismas, la segmentación o el mejor horario para publicar, eso apenas es una parte del contexto, quienes crean que contratando o manejando sus redes tendrá éxito solo con tener el mejor software o el mejor técnico, se pelo, nunca olvidemos que detrás de las maquinas esta un ser humano, que nuestros clientes son personas y que simplemente identificarlos con un código y repetir una tarea día tras día, no garantiza ni mejor posicionamiento, ni mejor reputación, ni mucho menos mayores ventas.

En Venezuela y muchos de nuestros países de América Latina, bien sea por la situación económica o por querer “ahorrar” dinero, muchas empresas unifican la gestión de las redes sociales en un empleado que desarrolla otra actividad, es común ver solicitudes de empresas de servicios, firmas profesionales y de construcción solicitando “recepcionista” que maneje redes sociales, craso error, demuestra por un lado que realmente esa compañía no tiene ni más remota idea del significado y poder de la comunicación digital, y por el otro un marcado descuido de la importancia de contar con una adecuada gerencia de su propia imagen.

Igualmente, fruto de la misma situación que impulsa a las empresas a buscar mayores ingresos, muchas están estrenándose en las redes, de cómo lo afronten definirá si terminan enredados en las mismas, si se hace por desesperación y premura lo más seguro es que el remedio sea peor que la enfermedad, tomarse a la ligera la incursión de un negocio con años de trabajo, no es para nada recomendable, debemos entender y asumir la entrada al mundo digital como un proyecto transcendental y tratarlo en consecuencia, relegarlo a niveles no adecuados puede hacernos pagar muy caro, es definitivo internalizar que estamos abriendo una inmensa ventana bidireccional, que traerá y llevara cosas buenas y malas.

Así las cosas y a pesar de la necesidad cierta de utilizar al máximo las herramientas y las técnicas que tengamos disponibles para la adecuada gestión de nuestras redes sociales, es fundamental entender que nuestra empresa, nuestra marca es única, en ella están condensados nuestra manera de ser, nuestra filosofía de vida, por eso es esencial tratar nuestra relación digital como ciertamente tratamos nuestro trato físico, no podemos terminar enredados en un mar de números, quejas y confusiones, recuerden que la huella digital por más que lo intente quitar, allí queda.

El tráfico digital es poderoso y constante, donde cada día crecen más y más las vitrinas que muestran una infinidad de productos, servicios y marcas, tener presencia efectiva y eficiente se va haciendo impostergable para todos quienes quieran permanecer y procurarse un presente y un mejor futuro, no es solo cuestión de estar y ya, tampoco de simplemente aumentar las ventas, es un proceso que implica un alto grado de conocimiento y compromiso con los avances de los negocios, las finanzas y la sociedad en general, para de esa forma afrontarlo de acuerdo al tamaño y fuerza de cada uno, lo importante no es si el más grande puede invertir más, la tecnología para tener éxito está casi al alcance de todos, la cosa es entender y asumir adecuadamente los tiempos que vivimos, convertirlos en puntos a nuestro favor y no olvidar nunca que siempre al final, debemos tratar a nuestros clientes, tal cual como deseamos nosotros ser tratados.

No se permita gestionar las redes sociales como algo con relativa importancia o meramente técnico, considérelo una pieza imprescindible en su negocio o marca y trátelo con el nivel y compromiso adecuado, cada día con más fuerza, el presente tiende a transformarse rápidamente en el futuro.
 
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